Un blog de Inspectores de Hacienda del Estado (IHE)

Administración Tributaria

Por favor, dame una cita

Share

Acaso porque me encontraba cómodamente recostado en mi asiento del Ave, o tal vez porque se anunciaba la entrada en Atocha, de repente me atormentó una pesadilla, en la que se me había olvidado la mascarilla y la seguridad de Renfe me impedía bajar del tren.

Afortunadamente, abrí los ojos y respiré tranquilo, las restricciones en el transporte público habían terminado, incluso en un recinto de enormes aglomeraciones como aquella estación, en el corazón de Madrid, la ciudad que había sufrido con mayor virulencia la pandemia.

Me dirigía a la Feria del libro a firmar ejemplares de mi primera novela “El abogado del Porsche”. Después de atender a los lectores y de alguna entrevista, tuve la oportunidad de visitar alguna de las innumerables casetas, para lo cual tuve que caminar a duras penas, sorteando los miles de visitantes que se agolpaban ocupando en toda su extensión los jardines del Retiro. Con excepción de algunos youtubers, cuyo nombre no recuerdo y alguna famosa de cuyo nombre no quiero acordarme, se podía saludar a la mayoría de escritores, sin necesidad de cita previa ni de inscripción o registro en ninguna web.

Bajo alguno de los sauces centenarios, una vez superada la emoción de mi debut en la feria, agradecido por las personas que acudieron a visitarme, comencé a reflexionar sobre la normalidad que gradualmente se ha impuesto en nuestras vidas. Casi todas las excepcionales medidas se han levantado, si bien hay alguna restricción que se resiste. En mi caso, me fastidia especialmente, la de algunos bares que aprovecharon para abandonar la santa costumbre de proporcionar la prensa – bares que, en el ejercicio de mi libertad individual, he dejado de frecuentar al igual que ellos decidieron abandonar los periódicos-. Pero hay otras medidas de carácter público que siguen subsistiendo.

De esta forma, en el marco de las medidas de salud pública las distintas Administraciones impusieron la cita previa obligatoria para los servicios de atención al público, incluso para la asistencia en materia de registros.

Con la vuelta a la normalidad, la cita previa ha recuperado en muchos organismos su carácter voluntario. En el caso de la Agencia Tributaria, y ahora que estamos inmersos en plena campaña de Renta, el problema es que la oferta, en muchas poblaciones, no alcanza la dimensión suficiente para cubrir la demanda.

Durante casi una década he estado destinado como Administrador de la Agencia Tributaria en Torremolinos. Además de ser una ciudad turística preciosa y líder en el turismo nacional e internacional, esta población se caracteriza por ejercer una fuerte presión asistencial (hay que entender que engloba las ciudades de Benalmádena, Fuengirola, Mijas y Alhaurín de la Torre).

Ello motivaba que diariamente se encontrara entre mis preocupaciones la de facilitar que se pudiera atender razonablemente la legítima demanda de los ciudadanos. En la época pandémica se optó por la prestación del servicio de confección telefónica de la Renta. Esta medida que puede servir de apoyo no cubre las necesidades de un gran sector de población que necesita de una persona que presencialmente le asista en la confección de su declaración.

Permítanme recordar el artículo 103 de nuestra Carta Magna que consagra alguna de las obligaciones de la Administración:

“La Administración Pública sirve con objetividad los intereses generales y actúa de acuerdo con los principios de eficacia, jerarquía, descentralización, desconcentración y coordinación con sometimiento pleno a la ley y al Derecho. “

Este principio es desarrollado por la Ley 40/2015 del sector público que después de transcribir el citado precepto constitucional, señala que las Administraciones públicas deberán respetar en su actuación y relaciones los principios de proximidad a los ciudadanos y el servicio efectivo a los mismos.

De esta forma, los servicios administrativos deben construirse siempre en función de los ciudadanos. La Agencia Tributaria cumple una doble función, la del control del cumplimiento de las obligaciones fiscales, pero también la de prestación del servicio de información y asistencia a los ciudadanos.

Los avances tecnológicos y telemáticos son imprescindibles, pero también hay que tener en cuenta la dimensión de servicio público. Muchas veces la Administración tiende a replicar el modelo de gestión del sector privado, como el de algunas entidades bancarias que, en aras de la eficiencia, han optado por eliminar sucursales en los municipios y localidades de la “España vacía” para instalar enormes “cibercafés” en el centro de las grandes ciudades.

Se trata de entidades privadas cuyo único fin es maximizar sus beneficios – aunque su funcionamiento es ciertamente discutible y criticable-, pero las Administraciones Públicas están creadas para prestar un servicio a los ciudadanos.

“El servicio a los ciudadanos es el principio básico que justifica su existencia y debe presidir su entera actividad.”

Para finalizar, quiero añadir un toque de humor, recordando algunas estrofas de una canción escrita por Roque Narvaja, pero popularizada en los años ochenta por mi paisano Miguel Ríos: “Santa Lucía” que, bien podrían ser aplicadas a algún ciudadano esperando la llamada del servicio de Renta para poder presentar su declaración.

“Invadido por la ausencia,

Me devora la impaciencia

Me pregunto si algún día te veré.”

 “El teléfono es muy frío,

tus llamadas son muy pocas.

 Por favor, dame una cita.

Abre las puertas.

Cierra los ojos.

Vamos a vernos poquito a poco.”

Estoy convencido que los directivos de la Agencia Tributaria, comprometidos con la necesidad de garantizar el servicio a los ciudadanos, abrirán los ojos, y adoptarán las medidas para mejorar las citas, ciertamente insuficientes en la actualidad.

Pablo Fernández Miser, Inspector de Hacienda del Estado y autor del libro “El abogado del Porsche”, en Basconfer 2022.

 

*Las opiniones expresadas en las publicaciones del blog «NOSÓLOIMPUESTOS»  son de la exclusiva responsabilidad de sus autores, pudiendo no coincidir con las de IHE

 

3 Comentarios

  1. Loo 22 de junio de 2023

    Magnífico artículo. Muchas gracias Pablo.

    Responder
    1. pablo miser 22 de junio de 2023

      Muchas gracias.

      Responder
  2. Ana Alonso Martín 6 de julio de 2023

    Creo que tienes mucha razón. Lo que ha quedado de la pandemia no es siempre bueno. La Administración debe estar al servicio de los ciudadanos y eso significa servir y facilitar el acceso a la misma. Gracias por tu artículo

    Responder

Deja un comentario

Your email address will not be published. Required fields are marked *

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.

Siguiente post

Pin It on Pinterest