El valor de la honestidad. El Cid Tributario

El pasado 27 de octubre, durante la clausura de nuestro XXXIII Congreso anual de la Asociación, tuvimos el placer de recibir de los compañeros de Burgos una innovadora escultura, obra de D. Óscar Martín de Burgos.  

D. Lorenzo Castro, Delegado de la AEAT en Burgos presentando la obra y su autor ante el auditorio en el Fórum Evolución, Burgos. Foto: Susana Santamaría.

La escultura, elaborada en polímero policromado, presenta al insigne Cid Campeador en posición de bienvenida al viajero. Elaborada en los colores corporativos de la Asociación, se advierte cómo la figura está saludando, alzando lo que parece una espada estilizada. Se trata de una reproducción a pequeña escala de una escultura similar de grandes dimensiones que puede apreciarse en la carretera A-1 a la entrada de la histórica ciudad de Burgos.

Cid Campeador, 2009.Fundición en Bronce. 520x320x210 cm. Autovía A-1, km 234 Ministerio de Fomento, Gobierno de España.

Los asistentes al Congreso pudimos escuchar las explicaciones del propio autor sobre la obra, en un breve discurso en el que ensalzó un valor que conectaba al héroe con los Inspectores de Hacienda, la honestidad. Entendía el autor, con gran acierto, que la honestidad es una cualidad propia tanto del insigne caballero representado en el famoso Cantar, como de los aplicados funcionarios en el ejercicio de sus potestades. 

Óscar Martín de Burgos durante la presentación de la obra. Fórum Evolución. Burgos. Foto: Susana Santamaría.

Así, la honestidad es una característica propia del servidor público, que se presume siempre, y que revela el compromiso del mismo con los intereses generales a los que sirve. De este modo, el funcionario no deja de ser un esencial peón en la organización que está al servicio de los demás, tanto en el campo de batalla en tiempos de la Reconquista, como en el mundo moderno aplicando el sistema tributario. 

El funcionario, en este caso, el Inspector de Hacienda, no sólo debe ser garante de una buena administración, sino además honrado aplicador de la norma en beneficio de los intereses generales a los que sirve. Celebramos este reconocimiento a nuestra Asociación y a nuestra tarea por parte de un artista, de un artesano -si se me permite-, que pone todas sus fuerzas y su pasión en el desarrollo de un trabajo que conecte con la persona o entidad receptora del mismo.

Por otro lado, una reseña sobre una obra de arte como el «Honesto Cid Tributario» que nos ha sido entregada, no sería completa sin un mínimo análisis de la misma. De su estructura puede advertirse que la figura se asienta férreamente sobre el suelo, tiene los pies en la tierra, y desde esa base se alza la figura en posición de recta bienvenida y franco saludo, con una ligera inclinación de cabeza a sus semejantes -los contribuyentes-, para finalizar en una mano alzada que se eleva cada vez más en una afilada espada que apunta al infinito.

Óscar Martín de Burgos dirigiéndose al auditorio. Fórum Evolución, Burgos. Foto: Susana Santamaría.

Los compañeros tuvimos oportunidad de departir con el autor tras la entrega de la escultura en una amena recepción, y se pudo comprobar que la obra era una escultura viva, pues el propio autor no había terminado de ejecutarla hasta casi el momento de la entrega. Así, estaba incluso pendiente de limar algunas aristas de la punta superior de la obra. 

Véase incluso la operación de limar aristas como un reflejo de nuestra labor en el propio Congreso, en el que la Asociación ha querido tratar la imagen de la Agencia Tributaria y su impacto en la sociedad, celebrándose un Congreso diferente con ponencias y debates alejados de las sesudas conferencias que algún ronquido pudieran provocar.

Estén o no limadas las aristas de la obra entregada -eso sólo lo conoce su autor-, ello pone de manifiesto el aspecto humano de la misma, no se trata de un bloque estanco, sino de una ejecución del material fruto de la imaginación e ingenio humanos, en constante cambio gracias a las manos de su autor, que estando finalizada o inacabada -como le sucedía a Miguel Ángel con las obras de los Médici en Florencia- nos muestra la íntima conexión del artista con sus obras.

Esta escultura, que nos recuerda el valor de la honestidad de nuestro Cuerpo a través de tan singular objeto artístico, representando al insigne personaje de leyenda del anónimo Cantar, debe ayudarnos a recordar que también guardamos otro enlace con la más alta cultura en la figura del baluarte del español que era Miguel de Cervantes, cuyo Quijote -otro honesto caballero- fue fruto de la pluma del manco escritor y recaudador de impuestos en el siglo XVI.

Muchas gracias de nuevo a los compañeros de Burgos y a D. Óscar Martín de Burgos por el elaborado detalle que han tenido para con nosotros, el cual apreciamos inmensamente.

La Presidenta de la Asociación IHE, Dña. Ana de la Herrán, recibe la escultura de manos del autor, D. Óscar Martín de Burgos. Fórum Evolución, Burgos. Foto: Susana Santamaría.

Antonio Morales Martín, Inspector de Hacienda del Estado

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